MAGDALENIA · IV

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Qué hubiera pasado de no haber muerto

El protagonista de esta obra pasa a ser en el año 1980 el líder de la transición ecológica de España, único país del mundo en el que era posible en aquellas fechas implementar la Estrategia Mundial de la Naturaleza de Naciones Unidas, hoy conocida como Agenda 2030.

Con la ayuda de Jimmy Carter, presidente de EEUU en 1980, así como de la ONU, el grupo Bilderberg, presidido por Bernardo de Holanda, la UICN, el WWF presidido por Felipe de Edimburgo  el mundo de las finanzas de la City de Londres y de otros países, muy en especial de Luc Hoffmann, de la multinacional Hoffmann–Laroche, el plan de cambiar y mejorar el mundo es ensayado en España con éxito. 

España lideró la transición ecológica 

Este tomo recrea la utopía de que en 1980 se implementó la estrategia mundial para la conservación de la naturaleza de Naciones Unidas, al ser impulsada por el protagonista de este libro, quien, dado por muerto en un accidente, reapareció, tras ser salvado por una etnia paleolítica no contactada del  Noroeste de Canada y de Alaska, dotada de la capacidad mental que le proporcionó a él en su infancia una superviviente de Magdalenia, la Europa que pintó Altamira.

Narra cómo en España se consiguió pasar de una dictadura fascista a una utopía social en la que su población se redujo a la mitad en apenas medio siglo, pasando de 30 a 15 millones de habitantes, lo que le permitió liberar la mitad de sus 50 millones de hectáreas para recuperar en ellas la Europa primigenia, devolviendo la libertad a las vacas para que pudieran volver a ser uros; a los caballos para que vuelvan a ser tarpanes; a los asnos para ser encebros y a los bisontes europeos descendientes directos de los pintados en Altamira para expandirse por la España vacía de neolíticos y repoblada con una vanguardia mundial de conservacionistas a los que, a partir de 2006 se suman unas brigadas internacionales de nómadas digitales que ubican decenas de Silicon Valleys en los Yelowstones europeos y recuperan –con el rewilding o resilvestramiento del territorio, y de mentes antaño neolíticas– la mitad del país para mantener su capacidad biogenésica para proporcionar agua, aire limpio, fertilidad y biodiversidad que sustente una economía basada en la naturaleza y el mundo digital.

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